Belén Gache

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    De ekfrasis, caligramas y rebus

 

Mesa redonda sobre Poesía Visual, Centro Cultural de España, Buenos Aires, 12 de diciembre de 2006

 


Jacques Derrida señalaba cómo la deriva de la imagen textualizada quiebra el orden lineal del discurso y con él, la cosmovisión moderna occidental, para la que el pensamiento de una escritura de modelo visual es ajeno y para la que la escritura se constituye solamente como “representación del logos”. Para él, un concepto como el de ideograma se presenta como clave en un acercamiento crítico al logocentrismo. La imagen le impone al espacio textual formas de subversión intensas. Busca la pluridimensionalidad de sentidos frente al sentido único marcado por la línea de sucesión temporal irreversible y a un único sistema causal lógico.
Según Derrida, si escribimos diferente, leeremos diferente y pronto entenderemos al mundo de diferente manera.
El cruce semántico entre imágenes y palabras fue ampliamente utilizado a lo largo de la historia. Así mismo, numerosas han sido las reflexiones teóricas acerca de la relación entre signos lingüísticos y visuales, desde “La poesía es pintura parlante y la pintura es poesía muda”, de Simónides de Ceos, pasando por el famoso “Ut pictura poesis” de Horacio y hasta el clásico libro de Michel Butor Les mots dans la peinture.
Hoy me referiré a tres particulares maneras en que las imágenes se relacionan con las palabras: la ekfrasis, el caligrama y el rebus.

EKFRASIS
Se entiende por ekfrasis la descripción, en poesía o prosa, de un objeto artístico. Esta figura tiene como intención la captura de lo visual con palabras. La figura de la ekfrasis alcanzó su auge durante el período victoriano en donde los poemas tenían por tema privilegiado diferentes aspectos visuales de la naturaleza como, por ejemplo, los paisajes. Tanto Charles Dickens como Thomas Hardy como Charlotte Brontë  cultivaron lo que se conoce en literatura con la denominación de “word painting” (pintura de palabras), y que consistía en extensos pasajes de descripciones visualmente orientadas cuya técnica emulaba métodos pictóricos implicando detalladas estructuras composicionales, contrastes de luz y sombra, de colores y volúmenes. También es frecuente encontrar durante el siglo XIX poemas basados en las descripciones de pinturas o grabados. Suelen citarse como clásicos ejemplos de ekfrasis la Ode on a Grecian Urn de John Keats o Le Musée des Beaux Arts, de Auden, basado en la pintura La caída de Icaro, de Brueghel, entre otros. 
En La recherche du temps perdu, Marcel Proust nos cuenta que Bergotte, el escritor, estando muy enfermo, decide visitar una exposición del pintor holandés Vermeer a fin de contemplar una obra en especial: La vista de Delf. Dentro de este cuadro, le interesa particularmente contemplar un fragmento de la tela pintado en color amarillo. El narrador escribe:
“Notó por primera vez unas pequeñas figuras azules, también que la arena era rosa y, finalmente, notó la preciosa sustancia del pequeño fragmento de pared amarilla. Su enfermedad se agravó. Fijó su mirada como un niño que mira una mariposa amarilla que desea atrapar  en el precioso fragmento de pared.”
Bergotte, por su parte, reflexiona: “Así es como debía yo de haber escrito. Mis últimos libros son muy secos, debí de haberlos abordado con más capas de color, debí de haber hecho mi lenguaje precioso en sí mismo como este pequeño fragmento amarillo en el cuadro.”
A partir de la reflexión que le motiva este cuadro, el protagonista realiza un replanteo sobre su propio trabajo de escritura.

CALIGRAMAS
La cultura occidental, además de partir de un modelo logocéntrico del lenguaje, se basa en pares de oposición tales como, por ejemplo figurar y decir. En su Ensayo sobre Magritte, Michel Foucault analizaba justamente, a partir de estas oposiciones, la división entre signo e imagen y palabra e ícono. A partir del análisis del cuadro Esto no es una pipa, de René Magritte, Foucault repara en la capacidad de decir y representar al mismo tiempo que poseen los caligramas y en cómo estos se sirven de las propiedades visuales de las letras. "El caligrama pretende borrar lúdicamente las más viejas oposiciones de nuestra civilización: mostrar y nombrar, figurar y decir, reproducir y articular, mirar y leer", dirá. (Foucault, 1973, p 34)
El caligrama aproxima lo más cerca posible texto e imagen. Hace decir al texto lo que la imagen representa y aloja al enunciado en el espacio de la figura. Sin embargo, Foucault señala que nuestros hábitos de lectura se encuentran tan enraizados que la pintura de Magritte sólo pueda evidenciar una contradicción: el caligrama nunca dice y representa al mismo tiempo: “Cuando se lee, se calla la visión; cuando se ve, se oculta la lectura”, dice Foucault. También dirá: “En el caligrama actúan uno contra otro un "no decir todavía "y un "ya no representar".

REBUS
El rebus es un acertijo basado en la combinación de letras, dibujos, números u otros signos gráficos con el objeto de que los sonidos o significados que representan formen palabras o una frase a adivinar. Se produce en el rebus una oscilación entre la forma (fónica, gráfica) y el contenido (el significado), entre la materialidad y el sentido.
Según Freud, un sueño funciona en forma similar a un rebus. Si no se lo analiza como tal, el mismo aparece como un sinsentido. El sueño deviene un texto a leer; pero se presenta en fragmentos, en retazos que durante la vigilia son sometidos a diferentes censuras.

Freud, el rebus y Lucas Signorelli
En el capítulo 6 (El trabajo del sueño) de La interpretación de los sueños, Freud dice tener frente a él un rebus: una casa sobre el techo de la cual hay un bote, luego, una letra y una figura humana (a la cual le falta la cabeza), que corre.
Uno tendería a pensar que se trata de una imagen sin sentido. Pero eso es porque uno juzga mal la relación entre el todo y las partes de esa imagen. La solución al acertijo se consigue reemplazando cada imagen por una sílaba o palabra a la cual esta aluda.
Otro ejemplo, también tomado de Freud (del capítulo 1 de Psicopatología de la vida cotidiana) nos cuenta que él no podía recordar el nombre del artista que había realizado los frescos del Juicio Final de la Catedral de Orvieto. En lugar de Signorelli (el nombre correcto) pensaba en Boticcelli (aunque sabía que no se trataba de este artista).
El nombre Signorelli aparecía dividido en dos partes: la última “elli” permanecía sin cambio; la primera, “signor”, se le escapaba. Viajando en tren a una estación de Herzegovina, Freud registra un desplazamiento similar con los nombres Herzegovina y Bosnia.
Al recordar finalmente los nombres olvidados (Signorelli en el primer caso y Herzegovina en el segundo), Freud cae en cuenta de que en ambos casos ha censurado la palabra “señor” (en sus versiones italiana y alemana, “Signor” y “Herr”). Esto lo lleva a concluir que sus olvidos estaban en realidad motivados por el deseo de olvidar otra cosa, un acontecimiento traumático reciente: el suicidio de uno de sus pacientes, asociada en su mente con una frase en particular a él dirigida: "Señor, yo sé que si el paciente puede ser salvado, usted va a salvarlo." Por asociación, Freud censura la palabra “Señor”.
Según él, la mente ha realizado en estos casos un proceso similar al que se dispara para solucionar un rebus.

Nathalie Sarraute y Arcimboldo
En uno de sus últimos libros, (Ici), la escritora Nathalie Sarraute escribe sobre una laguna de memoria ("Un trou de mémoire"). Investiga sobre las palabras olvidadas y perdidas y sobre los sentidos escondidos detrás del lenguaje cotidiano. Ella piensa en un arco enorme, desmesurado, luego, en la palabra inglesa “bold” (valiente, audaz)
De pronto un nombre le viene a la mente: “ Arcimboldo!”. El nombre completo del pintor cae sobre ella “como un bólido, quién sabe cómo, quién sabe de dónde”.
Arcimboldo, pintor italiano del siglo XVI que vivió en Viena y en Praga, pintaba ilusiones ópticas usando imágenes de objetos con su propia identidad (hojas, ramas, frutas, flores, vegetales, etc.) para formar con ellos otras figuras, especialmente, retratos de personas.
Esta poética de la ambigüedad ha sido utilizada también por artistas como Escher, Magritte o Dalí y evidencia las diferentes capas de sentido de una misma imagen.

James Joyce y una carta de Lewis Carroll
En su Finnegan´s Wake, James Joyce utilizaba palabras y frases homofónicas para transformar los diferentes lenguajes y crear un inglés traspasado por otras lenguas.
Por ejemplo, la frase: "Great Shapesphere", (el gran dador de forma de la esfera), que remite a Shakespeare pero también al creador del mundo, y también a un Shakespeare creador del teatro El Globo. Así, mediante la utilización de homofonías, en la frontera entre una significación y otra, Joyce hace que sus palabras adquieran varios sentidos a la vez. En este sentido, puede asociarse su uso del lenguaje al del Jabberwocky carroliano, con sus “portmanteau mots”, aunque llevado al extremo.
El método “oscilante” entre dos o más tipos de códigos o lenguajes, entre dos o más significaciones de Joyce se asocia también a la escritura de rebus, donde la materialidad fónica de los objetos dibujados invita al desciframiento y revela nuevos significados.
Por ejemplo, en esta carta rebus que Lewis Carroll le envió a su amiga Ina en 1875, el autor juega con el aspecto fónico de los dibujos que incorpora y construye una suerte de criptograma a ser descifrado donde, por ejemplo, la imagen del siervo (deer) reemplaza a la palabra homófona “dear”,  la imagen del ojo (eye) reemplaza a la palabra homófona “I”  y así sucesivamente.

 

BELEN GACHE

Bibliografía
Derrida, Jacques (1967)  De la Grammatologie, Paris, Éditions de Minuit
Foucault, Michel (1981) Esto no es una pipa, Ensayo sobre Magritte, Barcelona, Anagrama
Lyotard, Jean-François (1971) Discurso y Figura, Barcelona, Gustavo Gilli
Gache, Belén (2006) Escrituras Nómades, Gijón, Trea
Freud, Sigmund (1976) La interpretación de los sueños, Barcelona, Bruguera
Freud, Sigmund (1999) La psicopatología de la vida cotidiana, Madrid, Alianza
Nathalie Sarraute (1995) Ici, Paris, Gallimard
Joyce, James (1975) Finnegan’s Wake, London, Faber and Faber
http://www.lewiscarroll.org/